hueso
soy vaquera
busco mi hueso.
cabalgo entusiasmada
aprieto mi rodilla
aprieto los dientes
y cuido mi peinado.
pregunto
el hueso de bebé
que me dieron
hace mucho
¿de dónde vino?
en el campo
llaman luz mala
a la diosa de los huesos
sus hechizos:
cornamentas, fémur, costillares.
eso sí es cabalgar
sobre la tierra azul
se ven estrellas
como las del cielo
pero enfermas.
para que se rían
lo llevo también
en la cabeza
hueso burlón
de negrita.
un perro
conoce el lugar
perfectamente
el sitio donde
descansan
sus huesos.
en cambio
mi madre se queja
por la falta
llora
en el baño
es su cucha
de azulejos.
¿pero quién los puso
contra la carne?
el hueso
es de uno
la parte fantasma
de pesadilla
sostiene
al corazón.
es algo parecido
a un hueso de aceituna
algo de adentro
un desecho
que puede dar plantitas
por el ombligo.
entonces es algo
de sentir
y no ver nunca
un pensamiento
un amigo invisible.
a veces
el hueso se adelanta
-una garganta-
y no hay pincel
que lo encuentre.
por si acaso
lleva mis iniciales
como un collar
le puse mis polleras
mi número de serie
jugando
voy a explicarle todo.
1 comentario:
Natalia:
Hace poco, en Mendoza, descubrí tu libro Hueso y, con él, tu poesía. Me resultó una escritura certera, de alto vuelo, muy visual. Admiro tu estilo.
Me impactó muy especialmente este poema, que abre la primera parte del poemario y que le da su nombre.
¡Gracias!
Verónica
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